Los gobernadores del norte no sólo están preocupados por la redistribución de los recursos, en medio de la caída de actividad. También les preocupa la histórica asimetría que esta parte de la Argentina acumula respecto de la zona central del país, donde se mueve prácticamente toda la economía. La Jornada “Energía Cultivada. El Bioetanol en el Desarrollo del NOA”, organizada por Gobierno provincial, por el Instituto de Promoción del Azúcar y Alcohol de Tucumán (Ipaat) y por el Centro Azucarero Argentino (CAA), es un ámbito en el que la demanda de reparación de aquellas diferencias se fortalece. En eso coincidieron tres gobernadores durante el acto de apertura del encuentro.
El anfitrión, Osvaldo Jaldo, abrió la cumbre con un mensaje de esperanza para que la diversificación productiva contribuya a generar competitividad entre las provincias productoras de caña de azúcar. Por eso, remarcó que hay un apoyo incondicional de los tres distritos norteños para la actividad sucroalcoholera. En su mensaje de bienvenida, el tucumano ha dejado en claro que, precisamente, esas jurisdicciones se han caracterizado por ser dialoguistas ante la Casa Rosada. “Pese a que no somos del mismo signo político del presidente Javier Milei, siempre priorizamos el diálogo para colaborar y contribuir para que a la Argentina le vaya bien”, indicó Jaldo. Recordó que las tres provincias han puesto su granito de arena para acompañar las normas con las que el Gobierno nacional consolidó la mejora de las variables macroeconómicas. Sin embargo, resaltó que cada vez que haya que defender los intereses de las provincias se plantarán con firmeza. “Cada una de nuestras provincias tienen sus particularidades. Tucumán no tiene minería, no tiene oro, litio, ni petróleo; por lo tanto, no goza de regalías, sino que vive de lo que producen las economías regionales”, planteó. De allí la idea de diversificar las actividades productivas tradicionales para alcanzar mayor valor agregado.
Jaldo, en la cumbre del bioetanol: “Tucumán vive exclusivamente de sus economías regionales”En la rueda de discursos, continuó el jujeño Carlos Sadir, que coincidió con Jaldo respecto de la necesidad de sostener el diálogo para la construcción de consensos. El mandatario recordó que hace un año se quiso imponer una ley de Biocombustibles que no tomaba en cuenta la realidad de las provincias productoras. “Hubo una férrea defensa de los gobiernos, de los productores y de los industriales para desechar esa iniciativa, que sólo complicaba al sector”, expresó. Sadir potenció la creación de la Liga Bioenergética de las provincias “que demostró que, con el trabajo conjunto, se puede lograr algo mejor para cada uno de los distritos que la componen.
El último en hablar en el acto de apertura fue el salteño Gustavo Sáenz que planteó a los presentes que, así como existe el triángulo del hierro y del litio, de la misma manera debe actuar el norte. “Somos el triángulo del azúcar”, afianzó, una idea que fue aplaudida por la concurrencia. Tucumán, Salta y Jujuy concentran 19 ingenios azucareros, de los cuales 14 están destilando alcohol. De allí la fortaleza para diversificar una de las actividades más tradicionales en esta parte del país. El mandatario salteño siguió la línea de sus antecesores respecto de la idea de afianzar el diálogo. Pero recalcó que, para que eso sea posible, se necesita la voluntad de dos o más partes. “No se concibe un país que le vaya bien cuando sus provincias le va mal y viceversa. No somos islas; somos parte de un todo”, afianzó.
Sáenz reclamó en Tucumán un federalismo real y equidad para el norte argentinoSáenz parafraseó a Jaldo respecto de que todos tienen distintas orientaciones políticas. Él viene de un frente provincial; Jaldo del PJ y Sadir de la UCR. “Entre nosotros no prima lo político ni lo ideológico; lo que existe es responsabilidad cívica y defender los intereses de nuestras provincias”, apuntó. Aclaró, no obstante, que también se necesita un trabajo conjunto con aquellas provincias que producen biocombustible a través del maíz. “Trabajamos para defender nuestras industrias y por eso peleamos contra el federalismo que se pregona y no se practica”, indicó. Renegó de aquellos funcionarios que tratan de regular las economías regionales desde sus escritorios en Buenos Aires, sin conocer las realidades de cada una de las zonas del país. En algún sentido, las críticas se inclinaron hacia el programa que diseña el ministro de Desregulación, Federico Sturzzeneger. “No todos somos iguales. Si hay una región que ha sido relegada en obras de infraestructura, ha sido el norte argentino. Las necesitamos porque, de otro modo, no podemos competir con el centro del país, que siempre tuvo todo”, acotó. “Hay dos Argentinas: la que está llena de privilegios y la nuestra, que está llena de necesidades”, continuó.
Sáenz puso como ejemplo de falta de timing la baja de las retenciones al agro. “Se olvidaron de preguntarle a los productores del norte argentino cuál era su ciclo productivo y a partir de qué momento. Arranca el 1 de julio, justo cuando se agotaba el beneficio para el maíz y para la soja”, expuso. Finalmente, indicó que las provincias norteñas están dispuestas a seguir dialogando, a poner la otra mejilla, pero no desde la debilidad, sino desde la humildad. “Trabajando todos juntos es la única manera de sacar adelante al país”, subrayó.
Muy escueto como contundente ha sido el mensaje final del subsecretario de Combustibles Líquidos de la Nación, Federico Veller. “Estoy para dialogar y para escuchar; para construir, y creo que es un excelente momento el que se viene para la Argentina en términos energéticos”, expresó. Consideró que en el norte hay talento y energía para desarrollar una actividad como la del bioetanol. Y cerró su discurso como las tres premisas con las que arrancó y que fue, en definitiva, una contestación a la inquietud de los tres gobernadores: “dialogar, escuchar y entender”.